domingo, 28 de noviembre de 2010

Por si no lo crees


Es posible que alguno no haya creído mi artículo mandado a la prensa y publicado en mi Blog http://belmontejosemanuel.blogspot.com/2010/11/cristianos-de-alla.html

Es urgente y necesario implicarse, despertar y creer que depende también de nosotros, lo que pasa un poco más allá de nuestra calle. Los que quieren su muerte injusta han salido a la calle y gritan para que al gobierno de Pakistán no se le ocurra indultarla. En varios puntos de Pakistán se registraron manifestaciones de protestas desde que, el pasado 8 de noviembre, una corte de la provincia oriental de Punjab condenara a muerte por blasfemia a la campesina cristiana Asia Bibi.
«Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada» Edmund Burke
Hay antecedentes peligrosos. Un ejemplo: "Se llamaba Latif Masih, tenía 22 años y pertenecía a la Iglesia presbiterana. Abrió una tienda de telefonía móvil en su pueblo, Godhpur, en el Punjab. Para la familia, no hay dudas: un vecino llamado Ijaz Ahmed, hijo del ayatolá de la aldea, quería quedarse con el negocio. Latif había colgado una cruz en una de las paredes y recibió la visita de Ijaz y de un grupo de hombres ajenos al vecindario. Arrojaron el crucifijo, le golpearon y causaron destrozos. Unos días más tarde, a finales de mayo, la Policía le fue a detener. Le llevaron ante el juez del distrito. ¿La acusación? Había sido visto quemando hojas del Corán.

Latif permaneció cinco meses en prisión provisional hasta que el denunciante, el propio Ijaz Ahmed, dudó en una declaración judicial. Aun así, al cristiano se le impuso una fianza. Volvió a su pueblo a primeros de noviembre.
Como relata su madre, Masih Rubina Bibi, dos hombres armados con pistolas se acercaron hasta la casa y le conminaron a que los acompañara. Latif, resignado, los siguió. No se alejaron mucho, sólo unos pasos, antes de dispararle cinco tiros. Los asesinos huyeron en una moto. «Había varios policías en la calle, pero no intentaron detenerlos», se quejaba su madre, testigo de la brutalidad.

El jefe de la Comisaría local, Rafique Ahmed, se encoge de hombros: «Ningún buen musulmán tolera a un blasfemo».

La tragedia de Latif puede repetirse en el caso de Asia Bibi.

Nosotros tenemos que salir, hacer algo, gritar, o publicar lo que decimos. La prensa y cada uno tenemos una vida que salvar, una madre puede morir por ser cristiana. ¡No debe morir! Un mulá islámico la acusa de blasfemia, sin razón y sin pruebas. Es el fanatimos religioso, contra quien no piensa o cree como ellos. Le dan dos alternativas: 1)o se convierte al islán o2) la ahorcan. Así se respetan en esos paises los Derechos Humanos. ¿Qué hace Naciones Unidas? No nos pueden obligar a todos a mirar hacia otro lado. EL DERECHO A LA VIDA no puede estar en manos de nadie, y el de la libertad religiosa tampoco. ¡Los Derechos Humanos, aquí y en Pakistán, son inalienables, personales desde el primer momento de su vida y hasta el fin de la misma.

El indulto a Asia Bibi no se ha confirmado aún, aunque podría estar próxima. Entre tanto, esta madre pakistaní sigue corriendo el riesgo de ser ahorcada. Por ello, HO ha convocado una concentración el miércoles 1 de diciembre en Madrid.
La protesta será a las 12:00h ante la Embajada de Pakistán (Avenida de Pío XII, número 11 – Metro Pio XII, línea 9. Pulsa aquí para ver la situación en Google Maps). Durante el acto se hará entrega a dicha Embajada de las 60.000 peticiones de indulto recogidas por HazteOir.org a través de su web. Podéis seguir enviando emails al presidente de Pakistán mediante la alerta lanzada por HO a través de www.porasiabibi.org. Por favor, difúndelo entre todos tus contactos, aún depende de todos nosotros evitar que esa madre sea ejecutada.

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