
Elisa, la Directora, la Orquesta y
los integrantes del Coro, lo habían preparado todo con esmero especial. Las
imágenes proyectadas de fondo mientras la música sonaba, daban vida, para
evocar un ambiente encantador, lleno de paisajes y recuerdos. Todos, cada uno a
su manera, querían homenajear tanto a los valientes niños, como a sus familias
luchadoras y arropar a algunos de los compañeros, que tienen algún familiar
atendido en NIPACE.

Este año lo volverán a hacer. Esperan que el
Teatro esté también a rebosar. Que vuelva la magia para que se pueda olvidar el
dolor, la discapacidad o la depresión y sean felices.
El arte en general, pero en
especial la música, ayuda y está en la vida. Si está en la alegría, en el
baile, está también en el dolor y el llanto. En 2017 se ha comprobado que la música es
beneficiosa. La doctora Sandra L. Siedliecki, investigadora de la Cleveland
Clinic Foundation en Ohio y principal autora de un estudio publicado en Journal of Advanced Nursing, lo pudo
comprobar (junto con su equipo) en 60
personas, distribuidas en grupos al azar, o en solitario, escuchando música de
su agrado.
"Después de una semana, observaron que los pacientes de los dos
grupos que habían escuchado música mejoraron más que los sometidos al
tratamiento estándar". ¡Incluso el dolor disminuyo un 20% al
escuchar la música!
Nipace es una Fundación sin ánimo de lucro que desarrolla procesos
de atención integral a niños y jóvenes con parálisis cerebral y trastornos
neuromotores.
La Fundación de Guadalajara y los familiares
saben que toda ayuda es poca y la sociedad civil tiene que implicarse (tenemos
que implicarnos). Por supuesto hay niveles de ayuda. Todo lo que sirva para crear
lazos y derribar muros de incomprensión, aislamiento y separación, es
importante.
Nora Sanz, su Directora, me ha abierto las puertas y dado toda
clase de facilidades para conocer el centro, por dentro, y mientras realizan
algunas de sus actividades. Nipace de Guadalajara, es uno de los centros
mejores, si no el mejor, de niños y jóvenes con esos problemas. La Junta de
Comunidades de Castilla la Mancha, otorgó un reconocimiento especial a su buen hacer, en una placa con el siguiente
texto: "Al mérito sanitario, otorgada a la Fundación Nipace, por su
trabajo en la mejora de la salud de los niños con parálisis cerebral, 7 de
abril de 2017."
Pude ver a padres (también algún
abuelo), que iban a recoger a los pequeños, llenos de esperanza y de cariño. La
pequeña historia, de unos y otros, es profunda y va por dentro; pero tiene una
carga de amor que reflejan los ojos, se aprecia en los gestos y en las palabras
de ternura. ¡Debe ser muy grande, según esos indicios!
He podido comprobar algunos
ejercicios, con los que los monitores especializados fortalecen las capacidades
de las extremidades de los chicos, tanto en el suelo como en las camillas. He
podido apreciar los arneses para los diferentes ejercicios. Y también el
exoesqueleto, adaptable en estatura y complexión de cada uno/a. Unos y otros
ocupan casi toda la sala, muy luminosa y alegre. Los ejercicios de logopeda,
ocupan lugares especiales.
Resumiendo, todo era especial,
para niños con necesidades especiales.
Cada uno/a es un mundo. Dicen que tienen una enfermedad que la gente
llama "rara" porque son poco habituales, y porque hay poca
investigación para encontrar su origen y el remedio que las cure.
El dinero es importante pero... no
lo es todo. Saber que existen y están aquí mismo, es un gran paso, nada más que
un paso. Otro es, saber que además de rehabilitación, tecnología y
tratamiento, la Dirección del centro y las familias con algún familiar
con parálisis cerebral o con enfermedad neuromotora, necesitan que la sociedad
tome conciencia de que además de existir esas criaturas van creciendo y necesitan
integración.
Un amigo, con experiencia personal, me
apuntaba dos problemas importantes al respecto:
"Echo en falta la educación de
la sociedad, en las relaciones de estos niños con los sanos y de estas familias
con las que se consideran normales. Los contactos suelen ser cada vez más
esporádicos, espaciándose hasta ser... meramente casuales.
Otro problema que quiero señalar es
el de los padres para compatibilizar su trabajo o su vida laboral con la
atención que precisan los niños, para llevarlos al médico, al colegio etc. Y, en cuanto crecen un poco, ni los abuelos
pueden ayudar, aunque quieran".
Efectivamente, cuando se produce cercanía
es más fácil llegar a la integración. Pero creo que, lo dicho por mi amigo,
supone un ejercicio de "normalidad" y de "no ocultar" al
niño o a la niña que tiene ese problema neuronal y de motricidad. La gente, en
general, responde de forma normal, cuando se la trata normal. El niño puede
tener una "enfermedad rara", pero eso no le hace raro. No hay que
ocultarlo. Integrar, supone esfuerzo mutuo; salir, para encontrarse.
No hay centros donde estos niños
puedan interactuar con otros de su edad. La ayuda a la dependencia los exige y
personas que colaboren. En otros países, hay residencias de mayores, donde
pueden ir niños y jóvenes, se distraen, se lo pasan bien, y aprenden todos.

¿Van a vivir nuestros hijos en la
utopía de un mundo sano, sin problemas, sin enfermedades, sin dolor y sin nadie
a quien haya que ayudar, porque nadie enferma o envejece? Pues... mejor que vean la realidad y descubran
que todos, alguna vez necesitaremos ayuda; que las personas con enfermedades
raras y distintas capacidades, están ahí para que nosotros podamos hacer algo
por ellos.
Ojalá la música y Nipace, nos
ayuden a pensar y disfrutar en positivo.
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 14-10-2017
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/10/nipace.html
EL HERALDO DEL HENARES 15-10-2017
https://www.elheraldodelhenares.com/op/la-musica-y-nipace/
CONTRASTES 16-10-2017
http://belmontejosemanuel.blogspot.com.es/2017/08/turismo-en-nuestra-ciudad-si-sin-esto.html
http://belmontejosemanuel.blogspot.com.es/2017/08/turismo-en-nuestra-ciudad-si-sin-esto.html
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