jueves, 22 de abril de 2010

Seis gritan y nadie quiere oír

Nadie escucha. Todos creen tener algo que decir. Gritan cada vez más fuerte, como si tuvieran razón. Gran parte de la decadencia espiritual, moral, política, religiosa y humana que está padeciendo este país, es simplemente consecuencia de que nadie asume ni se responsabiliza de sus actos. Da la impresión que todo sale gratis. Las consecuencias las pagamos todos, antes o después, pero nadie quiere darse cuenta.

¿Puede hablar el silencio, si nadie escucha? Estamos ante la locura de ahogar el silencio con el disparate. Seis hombres cabales, íntegros y justos, con su silencio han hablado, pero nadie quiere oír, sus gritos no interesan, su mensaje no va en la dirección que muchos esperaban.

Defienden con su independencia, el interés general de España y de la Constitución. Diariamente son machacados por los medios de comunicación, por los políticos en general y por algunos presidentes autonómicos. Esos seis miembros del Constitucional están cumpliendo con su deber de no plegarse a los caprichos de su Presidenta, ni de los diferentes ministros del gobierno, que durante 4 años vienen repitiendo que el Estatuto de Cataluña es constitucional. El ministro de Justicia Francisco Caamaño afirmó (27-4-2009) que, en su opinión, «el Estatuto de Cataluña es constitucional».

Ni se respeta su independencia, ni se les deja trabaja con imparcialidad. Es más, se están haciendo campañas, en diversos frentes, para comenzar a actuar “como si no existieran”. Se ha puesto en entredicho “su legitimidad” y hasta hay quien pide que el TC se declare “incompetente”. Otro frente pide que el PP “retire la demanda de inconstitucionalidad”.

El paso siguiente es: como el TC no está actuando de manera respetable, se pide la “recusación “de los magistrados. “Cataluña no tiene por qué respetar el fallo del TC”, ha sido dicho por los más altos representantes nacionalistas, incluidos Presidente actual y el ex presidente Pujol.

Ha tenido que salir el Presidente del Gobierno para decir, que estas seis personas y también las otras cuatro, es decir, todo el TC está “legitimado” para realizar su función.

Lo que sucede es que 1) No quieren escuchar que con su silencio, desde el primer día han dicho que el Estatuto no encaja en la Constitución. 2) Que no van a tragar ni torcer su juicio, ni con presiones, ni con descalificaciones. 3) Que cada palo aguante su vela, porque ha sido el Presidente del gobierno y los políticos quienes han elaborado un Estatuto (a sabiendas o no) inconstitucional. 4) Que fue un error interesado haber derogado el recurso previo de inconstitucionalidad, que habría evitado muchos quebraderos de cabeza. 5) Que mejor sería que los autores del entuerto, asumieran su responsabilidad y dimitieran. 6) Que antes o después habrá sentencia que hay que acatar, pero ya desde ahora, hay que pensar en el futuro.

A buen entendedor, el silencio le basta. ¿O vamos a seguir hablando de competentes e incompetentes? ¿Los valientes no oyen, o es que no los hay?
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 22-04-2010; EL DIA 26-04-2010

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