sábado, 8 de abril de 2017

BIBLIOTECA PROVINCIAL. Política supeditada a la ideología.

La biblioteca reconoce que recibió "instrucciones" del gobierno autonómico. "Siguiendo órdenes de Consejería de Educación, Cultura y Deportes".  
  
                              Cuando no hay razón, hay política supeditada a la ideología.

                 Cada vez hay más de ésta y menos de aquella. Pero no les importa. Lo que parecía un virus, es ya una pandemia mundial.  Es decir, una enfermedad epidémica, para la que de momento no hay vacuna ni remedio. Y como dicen los expertos: “las enfermedades infecciosas no respetan fronteras” (J. Whitworth).

                    Se ha llevado por delante "el derecho a discrepar" y "el derecho a la libertad de expresión", dos pilares de la democracia, que los políticos todos tienen la obligación de defender. Las decisiones arbitrarias de unos, y el silencio de muchos, llevan a la "falta de respero a las personas y a las leyes".

                      Pero hay más. Se pone en cuestión el ser humano, con dinero público. La convivencia es cada día más dificil, porque  quien se atreve a pensar es un discrepante, que atenta contra lo políticamente correcto. Y quien se aparta del pensamiento único es automáticamente convertido en enemigo. Contra él se alzan primero barreras mentales, luego físicas y finalmente, el ansia desmedida de poder y dinero, procurará acabar con él.

                    Eso quiere decir que, "los absurdos no refutados de hoy son los lemas aceptados de mañana"(Ayn Rand). Los ideólogos lo saben, pero lejos de razonar y compartir sus impresiones, aunque algunas sean absurdas y destructivas, tratan de imponerlas. En consecuencia, como decía José Martí , los humanos "se dividen en dos grupos: los que aman y fundan, y los que odian y deshacen". Aquí y en muchos paises del mundo, "el pueblo ignorante es la seguridad del político corrupto".  Decir lo que uno piensa, llamar a las cosas por su nombre, no es ser racista, ni homófobo, ni violento, ni discriminatorio. Es un derecho natural.

                    Si alguien trata de investigar en profundidad un problema y quiere alertar "A todas las asociaciones, grupos y personas particulares que, contra las manipulaciones, mentiras y persecuciones por ser diferentes...sin fondos públicos mi ayudas, han enarbolado y mantenido firme la bandera en la lucha contra la hidra de mil cabezas", debería ser escuchado.

                   Saber y conocer, debe ser el deseo de los particulares. Hacerlo posible, la obligación de los políticos y de las instituciones. Pero, al parecer eso no interesa. Lo sucedido en Guadalajara (España) es el enésimo ejemplo de lo que está sucediendo a lo largo y ancho de España y en el mundo, con la ideología de género.

                     El día 2 de abril, cuando se anunció que la profesora Alicia Rubio, venia el día 4 a la Biblioteca Pública de Guadalajara, para la presentación del libro “Cuando nos prohibieron ser mujeres...y os persiguieron por ser hombres",  me alegré y escribí en Facebook: "Tiene todo el derecho a decir lo que piensa, aquí y en cualquier lugar. ¡Como todos!

                  Pero, no pudo ser. El 13 de marzo se envió una petición para presentar el libro en la Biblioteca Pública de Guadalajara.¡Lo habían autorizado! Han tenido 3 semanas, pero...justo el día anterior, fue cancelada la autorización; ¡fue CENSURADA! La biblioteca reconoce que recibió "instrucciones" del gobierno autonómico. "Siguiendo órdenes de Consejería de Educación, Cultura y Deportes".
 
   
                  El público de Guadalajara y del mundo, tiene derecho a saber quién es Alicia Rubio, y por qué se la ha censurado. Debe saberse que venía de la mano de VOX (Partido politico, de centro-derecha, altualmente sin representación parlamentaria). Iba a ser presentada por Rocío Monasterio: Responsable de Asuntos Sociales de VOX, arquitecto y empresaria, constructora de ideas y realidades, madre de varios hijos. Ilusionada con la lucha por la libertad.  Valiente.

                La razón que esgrimen para negar la Biblioteca: “la necesidad de que se garantice el necesario pluralismo a la hora de abordar los temas tratado por el libro.” ¿Están diciendo que "Alicia y los organizadores tienen la obligatoriedad de traer a la mesa de la presentación de su libro invitados y visiones contrarias a su libro?", protestaban desde VOX.
             
                Evidentemente, todos lo hacemos al presentar un libro. ¿Si no garantizas pluralidad de ideas, el libro no se presenta, por lo menos en Guadalajara? Sarcásticamente desde la Biblioteca ofrecen la alternativa de que Alicia sea invitada, (no para presentar su libro, sino) para que forme parte de un debate sobre el GÉNERO que organizará la Biblioteca. ¿Ustedes lo entienden?  El Vicesecretario de Formación de VOX,  Antonio de Miguel, Profesor de Educación Secundaria en Guadalajara, con quien hemos hablado, dice que el "veto  a la presentación del libro" es "un claro caso de censura" y "un atraco a la libertad de expresión". Es de una "intolerancia desmedida".

                   Seguro que comprenden el titulo de este artículo: Cuando no hay razón, hay política supeditada a la ideología.  Pero vamos a aclararlo más partiendo de...   
                 
                 Los hechos precedentes.
              
                  Alicia Rubio, autora del libro es Profesora de Educación Secundaria en un Instituto de la Comunidad de Madrid y es además, vicesecretaria de movilización de VOX. Su libro, son 388 páginas, "para entender cómo nos afecta la ideología del género".  Quien lo conozca, no podrá negar ni la claridad ni la valentía para llamar a las cosas por su nombre y decir la verdad.  Pero... la verdad no gusta a quienes quieren ocultarla o no les interesa la verdad.

                 El dato. El libro de Alicia Rubio alcanza el numero 1 en Amazón. Desde hace 8 meses se encuentra entre los más vendidos de su categoría, pese al boicot permanente, y las trabas para su promoción. Obtiene de sus lectores una puntuación del 4, 8 sobre 5. En la versión digital se sitúa en quinto lugar de ventas. Lo que demuestra el interés que despierta.

               Pese a lo cual, la publicación de su libro que desmonta la ideología de género, Alicia Rubio ha sido víctima de todo tipo de ataques provenientes de los sectores más radicales. Su voz ha sido censurada de forma reiterada en ámbitos públicos, por partidos, asociaciones y plataformas feministas. Es la autora más censurada de España.

             En Madrid, el pasado mes de marzo, la dirección de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, sometida a las presiones de distintos colectivos de extrema izquierda suspendió el debate sobre libertad de expresión en el que iba a participar Alicia Rubio como presidenta de Femidiscencia. No la dejaron entrar.
https://youtu.be/umVrHmrO9z0
      
                 En Sevilla, también en la Universidad, en febrero, el mismo entorno, montó un ataque al disidente.  Con un escrache, reventaron la intervención de Alicia.
https://youtu.be/N5RIT5if4y4

                En San Fernando (Cadiz), Alicia presenta su libro. Pero el grupo municipal Sí Se Puede, de San Fernando y el secretario general de Podemos de la localidad exigen al Ayuntamiento una condena por su presentación. ¿Motivo? “Apología del machismo y la lgtbifobia, incitando al odio y vulnerando los derechos fundamentales de mujeres y personas LGBTI”.
https://youtu.be/gsabgZLRkC0

               Lo terrible no es que se censure a quien discrepa del pensamiento único, sino que haya acuerdos aprobados en las distintas Comunidades Autónomas, en las que puedan ampararse para hacerlo. Tales como Leyes de Género y menores, capítulos educativos que son caballo de troya de la enseñanza.
         https://youtu.be/fd1w3AQao-I

      
               En Cáceres,  en enero,  nuevo intento de boicot. El Colegio de Aparejadores le niega la sala, concertada, debido a la presión  política. Y la presentación tuvo que hacerse en un Hotel. Aunque un grupo de muchachos intentaron proseguir el boicot.
https://youtu.be/OHDzzLYe5RQ

              Badajoz, no iba a ser menos, claro.
https://youtu.be/QMAdt8UmjOE

              Su centro de trabajo, el IES Arquitecto Peridis, el instituto en el que trabaja Alicia Rubio como jefa de estudios la han presionado incluso para la expulsen. Podemos, de Leganés, promovió primero una concentración a la puerta del Centro a través de las redes sociales por el simple hecho de atreverse a denunciar la ideología de género.

              No hay duda de que el Lobby tiene un apoyo económico y político de todos los partidos y una influencia tan tremenda, que la sociedad, en general, ni se imagina. Podiamos seguir el peregrinar de esta mujer por la geografía nacional. La muestra es suficiente. "Contra toda esa intolerancia, nuestras ideas", dicen Alicia y Rocío.
https://youtu.be/xtNy44PAPrc
                
                 En Guadalajara ya tenemos el último episodio. En Castilla la Mancha, gobierna el PSOE en minoría asociado con Podemos. Luego... las casualidades no existen y la alternativa que propusieron a Alicia, era eso...la política supeditada a la ideología.  Usan cínicamente el "pluralismo" como excusa para el veto. Exigen a Alicia Rubio convertir su conferencia en un debate. Y se envuelven en la bandera de la libertada, de la igualdad y del respeto. Para dar "la posibilidad y la oportunidad de expresar sus opiniones en igualdad de condiciones con cualquier otra persona, siempre que se haga desde el respeto a otras ideas”. Es justo, lo que ellos no han demostrado: respeto a las ideas de Alicia. Y además  es una injusticia, porque los lugares públicos son de todos los ciudadanos, que mantenemos con nuestro dinero. Y un  agravio comparativo, porque la Junta, el Ayuntamiento y la Biblioteca, saben que no se ha exigido ese formato a quienes han presentado un libro o dado una conferencia en la Biblioteca o en otro lugar público de nuestra ciudad. Unos y otros saben que esto son dos varas de medir.

                 Por lo tanto y para concluir, como dice la propia autora "es un prejuicio sin fundamento, una ofensa a la libertad y una difamación a mi persona".
    
                 VOX lo vió claro. Tan claro que se movió rápidamente para buscar un lugar "privado" donde Alicia pudiera presentar su libro, ya que tanto ella como Rocio venían de Madrid. Evidentemente Guadalajara no va a saber de que trata el libro, a pesar de ceder su salón, el Restaurante El Laurel.
    
                 Pero cuidado. Alicia, aquí y en todas partes, ha intentado alertar, exigiendo respeto a hombres, a mujeres, a los padres y a la sociedad. Que abran los ojos y no se dejen engañar por las imposiciones ideológicas de la ONU y defiendan sus derechos y a los suyos; y no olviden que son "los menores, ese oscuro objeto de deseo". Le dedica todo un capítulo. Cita a José Bergamín: "Los tópicos seudocientíficos de todo lo que se dice "educación sexual" matan la niñez, precipitando su madurez en corrupción anticipada...Porque no es el sexo el que debe dominar al amor, sino el amor al sexo..Verdad perogrullesca, cada vez más desconocida de la ignorante y corruptora y socialmente peligrosísima pedagogía actual que se llama a sí misma progresista".
               
                Pero mejor terminar con una cita de su libro: "El acceso a los menores se hace a través de dos vías: la comunicación audiovisiual y los centros escolares, y se facilita mediante leyes que permitan tanto la ideologización solapada como esquivar el tejido protector que es la familia".
                  
                José Manuel Belmonte
               
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ : 08-04-2017
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/04/cuando-no-hay-razon-hay-politica.html

EL HERALDO DEL HENARES: O8-04-2017
https://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=34201

CIVICA: 10-04-2917

http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/cuando-no-hay-raz%C3%B3n-hay-pol%C3%ADtica-supeditada-la-ideolog%C3%ADa

Interrumpir no es real, dicen los médicos, es matar.

            “Un hombre puede cometer errores, pero solo un idiota persiste en el error”, dijo Cicerón.

             En general, la evidencia suele imponerse a la cabezonería, a la política y la ideología.

             Evolucionamos en nuestra forma de pensar y de actuar en la medida que, debido a las experiencias vitales, adquirimos consciencia de lo que somos, de lo que hacemos y de la realidad que nos rodea.

             Cuando ese momento llega, algo se ilumina para el convencimiento interior  de que no se puede seguir en el error y  es tiempo de cambiar. Es una de las paradojas de la vida. Lo que antes no se escuchaba y era importante, personal y socialmente,  un día se ve. Escuchar y ver ayuda, pero lo importante es ser consciente.

             No importan los estudios,  ni el trabajo que se tenga. Uno es consciente de que no puede negar la evidencia: "El grito del silencio" ya no se oye, se ve y se impone, y... el cambio llega.

             "La vida es una bendición", lo sabemos casi todos. Clara Lejeune,  lo dijo: "Life is a Blessing",  al escribir una biografía  de su padre, Jerome Lejeune. Valiente luchador y ejemplo.

               La vida, nos sorprende siempre. El 25 de marzo se celebra en España y en el Mundo, el día de la vida humana. En numerosas ciudades del planeta, la gente ha salido a la calle para recordarlo, para celebrarlo y para poner de manifiesto el valor de la vida como primer derecho.

                Defender la vida contra la muerte, no es un debate semántico, sino un debate de valores.

                Intentaré ilustrar ese debate con la trayectoria de dos médicos eminentes, uno  del siglo XX  Bernard Nathansón, ya fallecido,  y en el siglo XXI, con la doctora Kathi Aultman. 

               B. Nathanson

               Tras graduarse en 1949, pasó al Hospital de Mujeres de Nueva York. Era el tiempo de la clandestinidad, la transgresión y la lucha para implantar el “aborto libre y barato”. El deseo de la izquierdista en los sesenta del pasado siglo era ser pro-elección.

             Antes de finalizar la carrera, le comentó a su padre que su mujer Ruth esperaba un hijo. Su padre le mando dinero para que abortara y terminara la carrera. Aquello le marcó. "Lloramos los dos por el niño que íbamos a perder y por nuestro amor que sabíamos iba a quedar irreparablemente dañado con lo que íbamos a hacer".  La obligó a abortar. Y "este fue el primero de mis 75.000 encuentros con el aborto”. A Ruth también la perdió.


                Hoy la "ecografía" es un procedimiento generalizado y útil, no solo en embarazos, pero cuando en 1971 abrieron las primeras clínicas abortistas se descubrió el “negocio” del aborto, pero esa tecnología no era habitual. Hasta la segunda mitad del siglo XX no comenzó a utilizarse el eco de las ondas electromagnéticas o acústicas enviadas hacia el lugar del cuerpo que se examina.  Nathanson la descubrió en 1984.

                Cuando murió el Dr. Nathansón en 2011, algunos recordaban que tuvo la suerte de ver “El grito silencioso” realizado a partir de la filmación de un aborto utilizando la tecnología del ultrasonido. Le permitió ver la muerte del feto mientras lucha por su vida hasta gritar. En ese video y su continuación, “El Eclipse de la Razón”, explica cómo la vida reacciona y grita cuanto se ve en peligro.

               Tras "ver" lo que sucede en el vientre de la embarazada, no quiso realizar más abortos. La lucha de la vida,  o su grito ante quien quiere destruirla, era muy fuerte. Le obligó a un cambio y a un período de reflexión. Al ser consciente, descubrió que todo tiene un por qué y un para qué. Pudo haberse equivocado, pero se rindió a la evidencia. Vio y cambió.  "Durante diez años, pasé por un período de transición". Decidió reconocer su error en una revista médica.

              El mundo proabortista, y muchos colegas se alarmaron y se pusieron en su contra. No hay mucha gente dispuesta a aprender de los errores ajenos.

              Lo cuenta en  “La Mano de Dios” su libro autobiográfico. Además  de no hacer más abortos ayudó a fundar la Asociación Nacional para la Derogación de las Leyes de Aborto, convirtiéndose en activista a favor de la vida. Añade: "Por primera vez en toda mi vida de adulto -dice-, empecé a considerar seriamente la noción de Dios, un Dios que había permitido que anduviera por todos los proverbiales circuitos del infierno, para enseñarme el camino de la redención y la misericordia a través de su gracia".
             Kathi A. Aultman. 

              Esta mujer estadounidense, ginecóloga en Orange Park, Florida, acaba de hablar de sí misma y de su carrera.

             Lo que dice es suficientemente elocuente y clarificador tanto de su compromiso como feminista y como médica, abierta a la evidencia y la verdad. Experiencia, ideología y evolución:

            "Presidente y miembros del Comité:  Gracias por invitarme a participar:
              Pasé toda mi carrera como defensora de las mujeres y la salud de la mujer. He hecho abortos del primer y segundo trimestre. Y he tratado a mujeres con complicaciones físicas y psicológicas del aborto. He cuidado a mujeres que decidieron continuar con embarazos no planificados y a aquellas que los abortaron. He tenido dos partos vaginales  y me hice un aborto. Mi prima sobrevivió a un aborto.

              Cuando entré en la escuela de medicina creía que el aborto por elección (o  a petición) era únicamente un asunto  de los derechos de la mujer.

               Durante mi residencia me entrenaron en abortos del primer trimestre, usando dilatación y curetaje con succión.

               Busqué y recibí entrenamiento especializado en abortos del segundo trimestre, usando dilatación y evacuación. Durante el cual el feto es aplastado y evacuado en pedazos.

                Al examinar el tejido, después de los procedimientos, estaba fascinada por los órganos pequeños, pero perfectamente formados. Sin embargo, por entrenamiento y condicionamiento, el feto humano no me parecía diferente a los embriones de pollo que diseccionábamos en la Universidad. No era desalmada. Si una paciente llegaba tras la pérdida de un bebé que deseaba, yo sufría con ella y sentía su dolor.

                 Lo que marcaba la diferencia para mi, era si el bebé era o no deseado.

                  En mi segundo año de prácticas tenía un trabajo por las noches, en una clínica para mujeres, haciendo abortos. Sentía que estaba haciendo algo por el bien de las mujeres y podía hacer más dinero haciendo abortos que trabajando en una sala de urgencias.

                  La única vez que tuve reparos en realizar un aborto del segundo trimestre fue durante mi rotación por la unidad de Neonatología, donde trataba de salvar a bebés que tenían la misma edad que algunos de los bebés que había abortado.

                   Mientras estaba en avanzado estado de gestación, continué haciendo abortos sin ninguna reserva. Pero cuando volví a la clínica, después de dar a luz, me enfrenté a 3 situaciones que me hicieron cambiar de opinión para seguir haciéndolos.

1)   Descubrí que yo ya le había realizado tres abortos a una niña que tenía programada para esa mañana. Cuando protesté, el Personal de la Clínica me dijo que era su derecho, usar el aborto como medio anticonceptivo; e insistieron en que no tenía derecho a juzgarla ni a rehusarme a hacer el procedimiento. Les dije que era fácil para ellos decir eso. Yo era la que tenía que matar. Tuvo su aborto y admitió que seguiría sin usar métodos anticonceptivos.

2)      El segundo caso fue una mujer a la que su amiga le preguntó si quería ver el tejido y ella respondió: ¡No, sólo quiero matarlo! Tuve ganas de decirle ¿Qué te hizo ese bebé?

3)      La tercera paciente era una madre de cuatro hijos. No creía que ella y su marido pudieran mantener a otro niño. Ella lloró durante su estancia en la clínica.

                 Finalmente hice la conexión entre feto y bebé. Me di cuenta que lo que me chocó fue la apatía de la primera paciente y la hostilidad que la segunda mostró hacia el feto y el contraste con el dolor y la pena de la tercera mujer que sabía lo que era tener un hijo.

                 Me di cuenta que el bebé es la víctima inocente de todo esto. Y el hecho de que no fuera deseado ya no era suficiente justificación para mi, para matarlo. Ya no podía hacer más abortos.

                    Mi visión también cambió en mi práctica privada al ver mujeres jóvenes que estaban muy bien después de haber decidido continuar con sus embarazos no deseados, en contraste con aquellas que luchaban con los efectos psicologías del aborto... Eso no era lo que yo esperaba. Yo asumía que aquellas que se quedaban con sus bebés tendrían sus vidas arruinadas.

                     Nunca olvidaré a una mujer que fue a verme por sangrado, tras un aborto de final de embarazo, en Orlando, aún no se recuperaba del horror de haber dado a luz a su bebé  de poco más de 20 semanas en el excusado. Su hermanito murió ahogado.

                     Otra mujer me contó que estaba viendo a un psiquiatra, porque ella creía firmemente en el derecho de la mujer a decidir, no podía aceptar el hecho de que había matado a un hijo.

                      De hecho no fue sino después de tener a mi primer hijo que lamenté mi anterior decisión y lloré al hijo que había abortado.

                      Pocos médicos son capaces de hacer abortos por mucho tiempo. A los médicos se nos enseña a sanar y no a dañar. Ven los cuerpos triturados y eventualmente se dan cuenta de la verdad.

                      Hemos "higienizado" nuestro lenguaje para hacer el aborto más digerible; no hablamos de "bebé", sino de "feto". El abortista "termina un embarazo" en vez de "matar a un bebé".

                       Nos hemos alejado de la idea de que la vida es preciada y nos acercamos a actitudes utilitaristas que han destruido tantas vidas en el último siglo.

                       Les hemos enseñado a nuestras jóvenes que un embarazo no deseado es lo peor que les puede pasar; y que el aborto es la única solución lógica.

                     ¿Debe negársele toda consideración, protección y derechos a un bebé, que podría vivir fuera del útero, solo por el hecho de que no es deseado? ¿No podemos, al menos, tener compasión de los bebés de 20 semanas de gestación (o 22 semanas desde la concepción como se dice habitualmente), cuando sus sistema nervioso está lo suficientemente desarrollados como para sentir dolor?

                      ¿No podemos, al menos, asegurar que a los bebés que sobreviven a un aborto  se les dé el mismo cuidado que le brindamos a cualquier otro bebé?

                       La alegría de conocer a jóvenes a quienes ayudé a llegar de forma segura a este mundo, está matizada por el deseo de saber de todos aquellos a los que nunca conoceré, porque los aborté.

                       Quiero agradecerles todos sus esfuerzos por proteger a aquellos que no se pueden proteger. Y... gracias por considerar lo que hoy he dicho".

                    ¿Ha pasado de la lógica a la defensa de la vida?

                    Da la impresión que la Doctora Aultman ha llegado a darse cuenta de que el bebé es un ser humano indefenso y víctima inocente, por la lógica y la contundencia de los hechos reales.

                     Es de agradecer su sinceridad y valentía para exponer crudamente su experiencia práctica profesional tan ligada a su vida familiar y su compromiso social.

                    Tal vez quienes escucharon el relato de su actuación médica y humana, totalmente personal y respetable, hubieran deseado algo más; por ejemplo, la defensa  y los derechos del ser humano desde la concepción. Si ha llegado a hacer la conexión entre bebé y feto no se dice lo mismo del embrión y el cigoto, fases previas del único y mismo ser humano.

                    Los últimos interrogantes de su intervención reclaman compasión para embriones bastante desarrollados o que "pueden vivir fuera del útero" o que han sobrevivido a un aborto, aunque no fueran deseados. ¿Y para los otros?

                      No sé por qué me viene a la memoria que a Dante no le bastó "la razón" para guiarle en el camino de la luz. Necesitó la mano del "amor" para su viaje más importante. ¿La mano de la que hablaba Nathansón, que sostiene el mundo y mece la cuna?

                       Cuando se adquiere un mejor estado de consciencia uno se conoce mejor a sí mismo y la realidad que le rodea.  Aunque tímidamente, Aultman  deja un rayo de esperanza: "Pocos médicos son capaces de hacer abortos por mucho tiempo. A los médicos se nos enseña a sanar y no a dañar. Ven los cuerpos triturados y eventualmente se dan cuenta de la verdad". 
https://youtu.be/nfWLEKa1AqM
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 01-04-2017
http://belmontajo.blogspot.com.es/2017/04/algunos-medicos-escuchan-el-grito.html
EL HERAALDO DEL HENARES 02-04-2017
https://www.elheraldodelhenares.com/pag/noticia.php?cual=34122
CIVICA: 02-04-2017
http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/algunos-m%C3%A9dicos-escuchan-el-grito-silencioso-otros-lo-ven